terça-feira, 4 de abril de 2017

Cien años atrás, Gardel grababa el primer tango canción de la historia



El primer tango de la historia

Días atrás vi una película,  A Casa Elétrica, que cuenta la creación de la primera fábrica de gramofones y de la grabadora pioneira de discos de América Latina, que resgata capítulos importantes de la historia de la música latinoamericana. La película es una coproducción de Brasil y Argentina filmada en los dos países con actores brasileños y argentinos con Gustavo Fogaça como director.

Cuenta la película la historia de la Casa Elétrica, fundada en Porto Alegre, estado de Rio Grande do Sul, vecino de Uruguay y Argentina y con muchísimos lazos históricos y culturales con el Río de la Plata. En 1913, los tres hermanos italianos Leonetti – Saverio, Carlino y Aquille–, al lanzar su sello, nos presentan algunos hechos inusitados, como el de que tanto el samba brasileño como el tango rioplatense (uruguayo-argentino, o porteño-montevideano, como Ud. quiera ponerlo), símbolos de las culturas musicales de las dos naciones, pueden haber tenido una cuna en comun. 

El primer sambaIaiá Me Diga, del dúo gaúcho Os Geraldos, compuesto por Geraldo Magalhães y Nina Teixeira en 1913 – y el primer tango grabados fueron obras producidas en la Casa Elétrica.

En esa misma época, el empresario Alfredo Améndola, dueño de una gran empresa grabadora de discos de Argentina, descubrió y lanzó el negocio de la producción de discos, y fue en su empresa en la cual el cantor Francisco Canaro, el primer gran maestro del tango, grabó El Chamuyo, en 1914. 

El tango, – que como género era hasta un poco más de 100 años atrás, un revoltijo total de ritmos y de voces de inmigrantes de todos los rincones del mundo, y de gentes del interior argentino y uruguayo que se encontraban en los puertos respectivos de Buenos Aires y Montevideo– no acababa de cristalizarse en un conjunto más armónico y con sus propias características, que lo diferenciaran nitidamente de la milonga y del candombe orientales. 

Según la película A Casa Elétrica, el primer tango sería, sin dudarlo, El Chamuyo, de Francisco Canaro.


La polémica ¿y Mi noche triste?

Por otro lado, el 3 de enero de 1917, en el teatro Esmeralda – que hoy se llama Maipo– en Buenos Aires, Carlos Gardel estrenaba Mi noche triste, una canción con música de Samuel Castriota y letra de Pascual Contursi. 

Cuenta la historia entonces, que un músico y un poeta que no se conocían entre sí, a los que se sumaba un intérprete que algunos biógrafos dicen que había nacido con el nombre de Charles Gardés – según algunos en Toulouse, Francia, y según otros en Tacuarembó, Uruguay–, le dieron una forma definitiva al género musical que ahora llamamos con una desconocida palabra de origen africano, el tango. Castriota y Contursi  tomaron las materias musicales híbridas preexistentes e hicieron algo que no existía hasta entonces, el llamado tango canción.

En 1916, el pianista Samuel Castriota, que tocaba en El Protegido, café del barrio de Boedo, estrenó un tango del que era autor, Lita.  Mientras tanto, en la otra orilla del Río de la Plata, el cantor Pascual Contursi, argentino establecido en Montevideo, actuaba en los cabarets, en los que, al encontrar una música sin letra, le agregaba sus propios textos y la ponía en su repertorio. Lo hizo con Lita, a la que bautizó como Mi noche triste, con una primera estrofa en puro lunfardo que lo inmortalizaría: "Percanta que me amuraste".

Mi noche triste tiene todos los elementos del tango, que son su aire grave y dramático del hombre que llora el abandono de la mujer amada, inaugurando al mismo tiempo el lenguaje tanguero del lunfardo (percanta, amurar, encurdelarse, cotorro, catrera) en un contexto de fuerza y expresividad.


¿En qué contexto histórico y social nació y se desarrolló el tango?

Los años que van de 1880 a 1915 fueron los de mayor crecimiento económico de la joven Argentina. Entre 1880 y 1913, el PBI creció al doble, y la población se multiplicó por cuatro con la inmigración masiva de italianos, españoles y judíos de europa oriental y Rusia. 

De menos de 2 millones de habitantes a inicios de los años de 1870, – eran 1.737.000 habitantes, y un 12,5%  de extranjeros–, ya al comienzo del año de 1914, con 7.900.000 habitantes, los extranjeros sumaban 2.391.171, o sea,un 30,5%. 

Esto fue más acentuado todavia en Buenos Aires, donde en 1910 un 58% de los habitantes era compuesto por extranjeros.

En este contexto, el tango nació hacia 1880, según opina la mayoría de los historiadores, en los barrios bajos de Buenos Aires y en los subúrbios de La Boca, en sus cafetines y en las postas de carreta, los corrales, las pulperías y los prostíbulos en la guitarra, la flauta y el violín tocaban ritmos primitivos y relativamente vulgares en sus letras.
Los parroquianos eran una mezcla de gauchos, negros e inmigrantes recién llegados, que laboraban en los trabajos más rudos, aunque también habían desocupados, vagabundos y prostitutas.

Mi noche triste – que funda el género del tango– trata el tema del abandono del hombre por parte de la mujer y del fatalismo que empapa la mayoría de las mejores páginas de este género musical.


Esa nostalgia del abandono se explica porque entre los años de 1880 y 1930, según cuentan las estadísticas, llegaban a la Argentina 264 hombres para cada 100 mujeres. La única compañía femenina eran las bailarinas y las prostitutas, lo que creaba vínculos muy frágiles y pasajeros, y en ese marco se iban fundiendo los elementos que en 35 años irían a modelar el género musical rioplatense más difundido en el siglo XX, el tango canción.

Javier Villanueva, abril de 2017.

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