sexta-feira, 6 de maio de 2016

¿Existen los afroargentinos? Sí, claro!



¿Sabían? el 8 de noviembre es el Día Nacional de los Afroargentinos y de la Cultura Afro


La fecha fue elegida en homenaje a María Remedios del Valle, a quién el General Manuel Belgrano le otorgara el grado de Capitana del Ejército Libertador por su valor en el campo de batalla.


El Día del Afroargentino se celebra, por ley, todos los 8 de noviembre, y la Secretaría de Cultura de la Nación organiza su conmemoración a través de diversas políticas públicas que se proponen visibilizar y apoyar a la cultura afro en sus distintas disciplinas. Es la construcción de una nueva identidad nacional. 


"Nos han hecho creer que venimos de los barcos y si bien es cierto que algunos venimos de los barcos, muchos otros descendemos de los africanos esclavizados y de los pueblos originarios", dijo en 2013, en relación a la nueva ley, Julia Contreras, la directora de Promoción y Desarrollo de prácticas contra la Discriminación del Inadi.



Un poco de historia, como siempre


Después de la Revolución de Mayo, se formó el Ejercito del Norte, bajo el mando de Bernardo de Anzoátegui, y "La Parda" María se alistó en la 6° Compañía de artillería volante del Regimiento de Artillería de la Patria. Iba junto con su marido y sus dos hijos.

El ejercito comandado por don Manuel Belgrano, sufre una gran derrota en Ayohúma, donde "La Parda" pierde en el combate a su marido y a sus hijos. Esta pérdida, sin embargo, no la aparta de su firme deseo de ver una patria libre y soberana. Junto a otras mujeres, "La Parda" María se transforma en un elemento fundamental del nuevo ejército libertador, al servir a los heridos de la batalla. Ellas cuidan a los enfermos, sirven la comida, buscan y organizan la ropa y las mantas.

Los soldados y oficiales la describen como una mujer guerrera y de buen corazón, capaz de ayudar y apoyar a todos y cada uno de lo soldados. Tomás de Anchorena dijo: "Esta es una mujer singular. Yo me hallaba de secretario del General Belgrano cuando esta mujer estaba en el Ejército, y no había acción en la que ella no pudiera tomar parte, que no la tomase, y en unos términos que podía ponerse en competencia con el soldado mas valiente: admiraba al General, a los oficiales y a todos cuantos acompañaban al Ejercito; y en medio de este valor tenía una virtud a prueba (...)

(...) Yo los he oído a todos a voz pública hacer elogios de esta mujer por esa oficiosidad y caridad con que cuidaba a los hombres en la desgracia y miseria en que quedan los hombres después de la una acción de guerra, sin piernas unos y otros sin brazos, sin tener auxilios ni recursos para remediar sus dolencias. De esta clase era esta mujer (...)


¿Y qué pasó con los negros en Argentina?




"Por su condición de mujer y negra, murió en la miseria y en ella se busca reivindicar los derechos de un grupo de argentinos que estuvo ignorado durante muchos años", dijo Marcelino Santos, el presidente de la asociación Amigos de las Islas de Cabo Verde en Buenos Aires, al comentar sobre María Remedios del Valle, "La Parda María".

La negación -que volvió prácticamente invisible la presencia de los africanos, afrodescendientes y de casi todos los elementos culturales afro en la sociedad argentina-, se remonta a mediados del siglo XIX cuando, al mismo tiempo que se desarrollaba, apoyado en fuertes políticas del estado el proceso de "construcción de la identidad nacional", empezó a levantarse el "mito de la nación blanca, europea" que enseguida generó viejas expresiones populares, como la que dice que "los argentinos venimos de los barcos".

Esa política de "invisibilización" histórica del negro y su cultura fue acompañada también por el silencio de las estadísticas una vez que, entre 1887 y 2010, los afrodescendientes simplemente desaparecieron también de todos los censos, aunque en 1887 -y ya en pleno torrente inmigratorio desde Italia, España, Rusia y otros países europeos, que podemos ver en las páginas de este Blog JV Literatura- todavía el pueblo negro representaba el 1,8% de la población de la antigua ciudad de Buenos Aires.
"La matriz afro ha sido escondida, aunque brota en todos los poros de la argentinidad: en el candombe, en el tango, en las payadas, en la empanada y en el lenguaje", remarcó Santos.
Además, y por otro lado, los africanos y afrodescendientes no dejaron nunca de llegar a las tierras argentinas durante todo este período, viniendo tanto directamente de Africa como también de otros países latinoamericanos.

"A diferencia de lo que ocurre en otros países, aquí se dieron diásporas superpuestas y hoy por un lado hay afrodescendientes de distintos países de Latinoamérica y, por otro lado, caboverdianos que llegaron a principios de siglo XX y los que están viniendo estos últimos años de Ghana, Nigeria, Ghinea”, remarcó Carlos Álvarez, de la Agrupación Xangô.

Algunos relevamientos actuales son la prueba más precisa de que lo afro nunca desapareció del todo en el país; un estudio reciente realizado por el Instituto de Ciencias Antropológicas de la UBA -la Universidad de Buenos Aires- demostró que el 4,3% de la población argentina tiene fuertes marcadores genéticos de una clara matriz africana.


Un poco más de historia


Hablando de los negros y mulatos de la Argentina, el historiador Francisco L. Romay cuenta que en la parroquia de Monserrat, en el centro viejo de Buenos Aires, funcionaba hacia 1800, en el antiguo "Hueco", una Plaza de Toros tan precaria que los animales solían saltar las vallas de los corrales y atacar a los vecinos. Fue por eso que el espectáculo partió hacia un barrio más alejado: el Retiro, donde poco más de cien años después crecería la verguenza de la primera Villa Miseria porteña. 
La corrida de toros, demasiado hispánica y muy "realista" para los gustos revolucionarios de la época, terminó por ser abolida. Igual que lo que pasó en Estados Unidos con el uso del té, condenado por ser excesivamente británico. Monserrat recibió por entonces el nombre de Barrio del Tambor. Es que el instrumento sonaba, ensordecedor y constante, en los candombes de los negros. 

De Monserrat salió también el famoso Regimiento 6 de Pardos y Morenos, eufemismo burocrático que se traducía en la jerga popular por "negros" y "mulatos". El cuerpo brilló en la carga de Cerrito, en Montevideo, una victoria que algunos le atribuyen a Soler, y otros a Rondeau. 

Era el famoso Regimiento 6, del cuál diría el poeta Hilario Ascasubi, que era "más bravo que un gallo inglés". 

Hay bastante más sobre los negros y mulatos rioplatenses en las crónicas del Blog Javier Villanueva Literatura sobre los "morenos" uruguayos que acompañaron a Artigas en su largo exilio al Paraguay. Una historia poco conocida, que vale la pena rever.

Ver también:
http://javiervillanuevaliteratura.blogspot.com.br/2011/04/el-barrio-del-tambor-en-montevideo-y.html 


JV. São Paulo, 5 de noviembre de 2015





Nenhum comentário:

Postar um comentário