sábado, 26 de janeiro de 2019

Michifuza y el setín azul. Cuento para niños.


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Michifuza y el setín azul. 
Cuento para niños.

Michifuza duerme en su camita azul de satén. No le gusta la seda. 
Mientras tanto, a menos de tres metros de distancia, arriba de las maderas del tejado, Zorrito la espía por las rendijas. 
No consigue dormir. Sueña con gatos y suris; de repente se despierta asustado, soñando con serpientes, con serpientes de mar. 
Vuelve a dormir, se despierta otra vez, vuelve a espiar a Michifuza, linda, lejana a pesar de los escasos tres metros que los separan. Tal vez la gatita piense que el Zorrito es peligroso, una amenaza.
 
Duerme el Zorrito otra vez y sale de la pesadilla. Oye que un señor con acento extraño le dice que hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero hay los que luchan toda la vida, y son los imprescindibles. 
Zorrito la quiere - a la distancia- a Michifuza, que es una luchadora. Tiene camita de satén, pero caza un cuis o una laucha por día, y si no lo hace, no come ella ni su hijita.

Sí, cada uno sabe el dolor y la delicia de ser lo que es, piensa Zorrito. 
Y antes de adormecerse de nuevo se acuerda del desierto y del cuentito que le contó su abuelo; de un piloto que había hecho una parada de emergencia. Y se hicieron muy amigos - el piloto y el abuelo del Zorrito -, pero cuando empezaron a enamorarse, el zorro viejo apareció con un verso de "no tengo por qué ser responsable por lo que cautivo". 
- No, le había respondido el piloto - que a esa altura del sueño se había disfrazado de príncipe, - esa es una mala traducción, zorro. Somos responsables por lo que domesticamos, que es diferente de cautivar; pero acá nadie está queriendo domesticar a nadie. Yo a vos no, por lo menos.

Sonríe Zorrito, acordándose de la lección que su abuelo había aprendido con el piloto travestido de príncipe en medio del desierto de las Salinas de Catamarca. Y se duerme, más confiado en el futuro, siempre pensando en Michifuza, en suries, sarués y comadrejas.


Fin
(cuento antiguo de uno de nuestros directores, o sea, anónimo)

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